3 Principios Básicos y 6 Consejos Para Fotografías Excelentes

 Define al sujeto que quieres fotografiar

Para lograr fotografías excelentes, debes seguir algunas reglas básicas: Primero debes preguntarte ¿Qué o a quien quiero fotografiar? Sólo después de que respondas esta pregunta estás listo para iniciar. Una vez que lo piensas es bastante obvio, no tomas una fotografía hasta que no estás seguro de qué es lo que quieres mostrar; sin embargo, es el principal error de la mayoría de los fotógrafos aficionados. Bueno… ahora ya sabes qué es lo que quieres capturar, pero el resultado no logra expresar lo que tú observaste en el visor. Por ejemplo, tomas la foto de una amiga en tu patio; en la foto efectivamente ves a tu amiga, pero también ves en el fondo un bote de basura, una barda sucia o algún elemento que desvía tu atención de la imagen de la persona a quien querías capturar. Para que tu fotografía muestre lo que tú deseas, la persona u objeto a quien deseas fotografiar no debe competir con ningún otro elemento que aparece en la foto y desvía la atención del espectador. Si la fotografía es de tu amiga, debe ser de tu amiga y de nada más; no debe existir duda acerca de lo que muestra tu fotografía.


Atrae la atención a tu sujeto
Simplifica
Las guías en acción
Tip 1 Busca ángulos interesantes
Tip 2 Experimenta
Tip 3 Considera blanco y negro
Tip 4 Vertical u horizontal.
Tip 5 No uses flash cuando no sea necesario
Tip 6 Usa la regla de los tercios

Ya que conoces a tu sujeto, estás listo para organizar la imagen de la forma en que aparecerá en la imagen final y de forma que la atención se centre en tu sujeto ¿Cómo hacer esto? Existe una técnica a prueba de errores: que tu sujeto ocupe la totalidad de tu encuadre. De esta forma el sujeto no compite por la atención porque no existe ningún otro elemento que observar. Por el momento concéntrate en esta técnica y procura que, sin importar lo que estés fotografiando o el tipo de cámara que uses, tu sujeto sea el único elemento que se muestre dentro del encuadre.


Asómate por el visor de tu cámara encuadra a tu sujeto y observa con atención todos los objetos que llamen tu atención que no sean el sujeto que quieres fotografiar, ahora elimina todos los que puedas. Entre más sencilla sea tu foto, mejor. ¿Dónde buscar elementos distractores? Comienza por los bordes de tu encuadre casi todos los elementos que pueden echar a perder una fotografía se encuentran en estas zonas. A esto se le llama limpieza de esquinas. Para eliminar un objeto que distrae la atención del sujeto sin comprometer lo que sí deseas que se muestre, puedes intentar mover a tu sujeto de la posición en que se encuentra. Esto no es siempre es posible, por lo que puedes intentar mover los elementos que estén distrayendo tu atención. Si lo anterior tampoco es factible, prueba mover tu cámara hasta que encuentres el ángulo que te de el resultado deseado. Recuerda que puedes combinar cualquiera de las tres acciones anteriores para simplificar tu fotografía. Si nada de lo anterior funciona, cierra tu encuadre de forma que el sujeto ocupe entre el 80% y el 100% de la fotografía, la técnica de encuadre por tamaño nunca falla.


La foto anterior es un claro ejemplo de la correcta aplicación de los principios que ya describimos. Los pétalos lejos de distraer la atención del monumento Washington, le dan un toque emocionante y encuadran al sujeto enfocando la atención en el mismo. Por otro lado, tenemos un encuadre cerrado de un perro acostado en la acera, con la imagen de unas piernas en segundo plano. En este caso el marcado desenfoque del segundo plano funciona como elemento de contraste el cual lejos de distraer enfoca la atención en la figura del perro.


La mayoría de los fotógrafos aficionados suelen tomar fotografías de forma frontal al nivel de la vista del observador, de la misma forma en que vemos el mundo la mayor parte del tiempo. Esta perspectiva si bien no es errónea da como resultado fotografías aburridas ¿Por qué no intentar algo diferente? Los fotógrafos inteligentes observan hacia arriba o hacia abajo, explorando ángulos interesantes. Los profesionales a menudo disparan en cunclillas o a nivel de piso. Una foto panorámica tomada desde algún lugar elevado puede darte como resultado fotografías excelentes. Si vas a fotografiar niños evita tomarlos en ángulos en picada, inclínate o agáchate a su nivel.


Una buena fotografía suele no salir bien al primer intento. Esto no significa que para ser buen fotógrafo debas llenar tu tarjeta de 16 GB en una sesión, pero para lograr una foto satisfactoria, muchas veces es necesario realizar varias tomas desde diferentes encuadres, posiciones y ángulos. Entre más tiempo inviertas en tomar una fotografía, más «fuerza» puede obtener ésta. Conforme vayas exigiendo más de tus fotografías descubrirás que la mayoría de las veces no escoges la primera fotografía que tomaste. Al tiempo que tu visión como fotógrafo se desarrolle, comenzarás a observar nuevas posibilidades con mayor facilidad.


Eventualmente, trata de transformar tus fotografías en blanco y negro o sepia; algunas lucirán mejor con estos ajustes, pues les darán un toque más dramático y artístico. La fotografía (retrato) del granjero en el tractor que aparece abajo, logra una sensación de intemporalidad, (pudo haber sido tomada en cualquier fecha, desde que se inventaron los tractores, hasta hoy) y no estamos distraídos por el color de su ropa o del paisaje. Eliminando los colores, nuestra mirada se dirigen al rostro del personaje central, logrando un excelente retrato que transmite la personalidad del individuo y no queda duda de cuál es su profesión y experiencia.


Antes de realizar tu fotografía, intenta un punto de vista horizontal y a continuación, considera la misma fotografía de forma vertical. Obviamente, si estas tomando la Torre Eiffel o un retrato de cuerpo entero de una persona, probablemente deberás usar una fotografía vertical. Pero incluso con sujetos que no tienen fuertes elementos verticales, tales como paisajes, es recomendable que intentes visualizar imágenes horizontales y verticales antes de tomar la fotografía. En caso de duda, suele ayudar el tomar la misma escena en ambas orientaciones y dejar la decisión final para más adelante. Utiliza todas tus opciones.


Usar un flash en un ambiente que ya está iluminado o en ambientes tan obscuros que el flash de tu cámara no es suficiente, más que ayudar puede llegar a dejar inservible la foto. Es muy frecuente que lo que la cámara «capta» cuando el flash se dispara, es el reflejo de la luz en el cristal y eso no es lo que quieres. Pero más importante que eso, debes considerar que los seres humanos no tenemos una linterna de gran potencia en la frente, por lo que no estamos acostumbrados a ver los objetos iluminados directamente desde nuestra mirada. Esta es una importante razón por la que psicológicamente, no aceptamos tan fácilmente una fotografía con el flash montado en la cámara. La luz frontal «achata» o hace plana tu fotografía. Intenta mover el flash a un lado con un flash externo.


¿Dónde debería estar el sujeto en el marco? ¿Al centro? ¿A la izquierda? ¿A la derecha? 

La simple verdad es que si colocas el sujeto al centro, frecuente la imagen resulta aburrida; al colocar el sujeto desplazado hacia un lado o el otro, la imagen tendrá más fuerza. La mejor forma de hacer que tu sujeto se vea impactante es aplicar la regla de los tercios, dando más espacio al lado hacia donde mira, o hacia el lado que se desplaza. Esto es dividir tu imagen con dos líneas verticales y dos horizontales, creando 3 cuadros en ambos sentidos; coloca lo que desees destacar sobre alguno de los puntos donde intersectan las líneas (no dentro del rectángulo como si fuera una foto pequeña dentro de la grande). A estos puntos se les conoce como puntos de impacto. Utilízalos a tu favor.




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