Historia de la Fotografía
Nicéphore Niépce y Daguerre:
El primer procedimiento fotográfico o heliográfico fue
inventado por Niépce hacia 1824. Las imágenes eran obtenidas con betún de
Judea, extendido sobre una placa de plata, luego de un tiempo de exposición de
varios días.
En 1829, Niépce asocia a Louis Jacques Mandé Daguerre en sus
investigaciones.
En 1832, ponen a punto, a partir del residuo de la
destilación de la esencia de lavanda, un segundo procedimiento que produce
imágenes con un tiempo de exposición de un día entero.
Niépce muere en 1833. Daguerre continúa trabajando solo e
inventa, en 1838, el daguerrotipo, primer procedimiento que comprende una etapa
de revelado. Una placa de plata recubierta de una fina capa de ioduro de plata
era expuesta en la cámara oscura y luego sometida a la acción de vapores de
mercurio que provocaban la aparición de la imagen latente invisible, formada en
el curso de la exposición a la luz.
Este revelado consistía en una gran amplificación del efecto de la luz, con lo cual el tiempo de exposición no pasaba de los 30 minutos. El fijado era obtenido por inmersión en agua, saturada de sales marinas
Hippolyte Bayard:
En julio de 1839, otro francés, Hippolyte Bayard, descubre el medio de obtener imágenes positivas directamente sobre papel. Un papel recubierto de cloruro de plata era oscurecido a la luz y luego expuesto en la cámara oscura después de haber sido impregnado en Ioduro de plata. El tiempo de exposición era de treinta minutos a dos horas.
William Henry Fox
Talbot:
Siempre en 1839, el anuncio del invento del daguerrotipo
incitó al inglés William Henry Fox Talbot a retomar las investigaciones
interrumpidas cuyos comienzos remontaban a 1834. En 1841, patentó el calotipo,
primer procedimiento negativo/positivo que permitía la multiplicación de una
misma imagen gracias a la obtención de un negativo intermediario sobre un papel
al cloruro de plata, vuelto translúcido gracias a la cera. Como con el
daguerrotipo, la imagen latente era revelada luego, por medio de un producto
químico, el revelador: una solución de ácido gálico y de nitrato de plata. Una
segunda hoja de papel recubierta también de cloruro de plata era mas tarde
expuesta a través del negativo translúcido, para dar el positivo final.
John
Herschell:
En 1839 se le debe a John Herschell el
descubrimiento del medio para fijar las imágenes, sumergiéndolas en un baño de
hiposulfito de sodio, el mismo componente esencial de los fijadores
fotográficos actuales. Las ventajas del calotipo reposaban principalmente en la
facilidad de la manipulación de las copias sobre papel y de la posibilidad de
reproducción múltiple. En revancha, la definición , limitada por la presencia
de las fibras del papel negativo, no podía rivalizar con el daguerrotipo.
Hippolyte Fizeau:
Para reducir aún más el tiempo de exposición, se crearon
objetivos de focales cortas, mas luminosos, por lo tanto, conservando la
nitidez en toda la imagen. En 1841, el físico Fizeau reemplazó el ioduro de
plata por el bromuro de plata cuya sensibilidad a la luz es muy superior. Nada
más que algunos segundos de exposición eran suficientes para obtener un
daguerrotipo. Entonces tomar retratos se volvía posible.
Abel Niépce de Saint-Victor:
Con el fin de mejorar la transparencia del calotipo negativo, Abel Niépce de Saint Victor, primo de Niépce, descubrió en 1847 la forma de reemplazar el papel por el vidrio. Para que el bromuro de plata pueda adherirse al vidrio, tuvo la idea de mezclarlo con la albúmina (el blanco del huevo). Aunque un poco contrastadas, la imágenes se volvieron extremadamente precisas, obligando a los ópticos a poner a punto objetivos aún mas eficientes.
Scott Archer:
En 1851, el inglés Scott Archer reemplazó la albúmina por el colodión cuya base es el algodón pólvora. Las imágenes blanco y negro obtenidas por este procedimiento alcanzaron una calidad nunca más obtenida. Con el inconveniente, de que la toma debía tener lugar mientras que la placa estaba aún húmeda y que el revelado debía efectuarse inmediatamente después.
Richard Maddox et Charles Bennet:
En 1871, otro británico, Richard Meaddox, remedió ese
problema reemplazando al Colodión por la gelatina, procedimiento perfeccionado
por Charles Bennet quien demostró que las placas gelatinizadas adquirían una
gran sensibilidad cuando uno las mantenía durante varios días a 32° C. Las
placas al gelatino-bromuro no solo podían ser almacenadas antes de usarse, sino
que su sensibilidad era tal, que la exposición no excedía de la fracción de
segundo.
Por esa razón, poco antes de 1880, comienza la historia del obturador, porque la alta sensibilidad de las placas necesitaba de la concepción de mecanismos capaces de dejar entrar la luz en la cámara durante solo un centésimo y aún un milésimo de segundo. Debía evaluarse precisamente la intensidad de la luz y así el fotómetro se convirtió en un verdadero instrumento de medida.
Georges Eastman:
El estadounidense Georges Eastman, fundador de Kodak, concebirá en 1888, la idea de un soporte blando. Las placas de vidrio serán progresivamente reemplazadas por los rollos de celuloide.
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